Líbranos del maligno y llévanos a participar en la victoria de tu Sagrado Corazón. Que al consagraros nuestra vida, merezcamos tomar como premio de ella el sucumbir en la seguridad de vuestro bienquerencia y en el regalado seno de vuestro Corazón adorable.El sexto don que el Espíritu del Hijo infunde en nuestras almas es el don de pieda… Read More